Por Juan Pablo Ojeda
Liam Gallagher, a sus 53 años, está viviendo una etapa que pocos imaginaban: una vida sin alcohol, sin drogas y sin tabaco. Y no es por una moda pasajera, sino porque —según él mismo contó— la esperada gira de reunión de Oasis literalmente le salvó la vida. El icónico vocalista compartió este cambio profundo a través de X, donde suele tener una comunicación directa (y sin filtros) con sus fans.
Todo comenzó cuando un seguidor lo felicitó por mantenerse saludable en plena gira Oasis Live ’25, que arrancó en julio y marcará el regreso definitivo de los hermanos Gallagher a los escenarios tras años de pleitos. Liam, con una honestidad brutal, respondió que abandonar sus vicios fue un “sacrificio necesario” para cumplirle al público y honrar lo que significaba este reencuentro. “Oasis me salvó la vida… dejar de beber, fumar y esnifar son sacrificios necesarios”, escribió, cerrando con un guiño a su amado Manchester City.
Cuando otro fan le preguntó si extrañaba una Guinness, Liam no se escondió: admitió que sí, pero también que echa de menos “decir puras tonterías estando borracho”. La sinceridad que siempre lo ha caracterizado ahora va acompañada de una disciplina que incluso sorprende a quienes lo conocen.
Este camino hacia la sobriedad no nació de la noche a la mañana. Desde marzo había dicho que ya no le interesaba el alcohol y que había tenido “suficiente”. Y aunque años atrás admitió que su vida habría sido distinta si hubiera moderado los excesos, hoy parece decidido a escribir una nueva etapa: menos sustancias, más claridad y un enfoque total en su voz y su salud.
Durante esta gira, Liam ha estado completamente limpio. Reportes indican que ha dejado de beber y fumar por completo para proteger su voz en cada show. Incluso ha respondido tajante a rumores de que supuestamente rompió su abstinencia en fiestas postconcierto: “BODY IS A TEMPLE” y “STILL FREE FROM ALL TEMPTATION”, escribió para callar especulaciones.
La gira Oasis Live ’25 continúa hasta el 23 de noviembre y se ha convertido en uno de los eventos más importantes para el rock británico en años. Entre nostalgia, reconciliaciones parciales y un Liam más disciplinado que nunca, el regreso de Oasis no solo ha revitalizado a sus fans… también parece haberle dado una segunda oportunidad al propio Gallagher.
